Cultivo de mango en España

Cultivo de mango en España

Estado actual del cultivo de mango en España

La ubicación geográfica de España, 36º de latitud Norte, la sitúa en el límite más alto de las regiones subtropicales donde todavía se puede cultivar mango (dentro del hemisferio Norte).

El mango se cultiva en más de 80 países en todo el mundo, desde zonas tropicales hasta subtropicales. Una amplia distribución del cultivo que, junto con el desarrollo y la mejora de las técnicas de control de floración, permite el suministro de fruta durante todo el año.

Sin embargo, durante el periodo septiembre-octubre sucede el mayor desabastecimiento de mango a escala mundial. Debido al fin de la producción en los países tropicales del hemisferio Norte y el comienzo de la actividad en el hemisferio Sur. Algo que ofrece una oportunidad verdaderamente competitiva para el cultivo de mango en España y otras limitadas regiones subtropicales del hemisferio Norte, como Portugal e Israel.

Actualmente, la superficie cultivada de mango en España no supera las 4.000 ha. Lo que representa una ínfima proporción a escala mundial.

Ciclo fenológico del mango y su relación con las condiciones climáticas

La viabilidad del cultivo de mango está directamente relacionada con las condiciones climáticas. Lo que influye definitivamente sobre su desarrollo, crecimiento y adaptación de las plantas de mango a su entorno.

En relación a ello, comprender el ciclo fenológico del mango, es decir, su comportamiento en función de las variaciones climáticas del año es esencial de cara al correcto manejo de estos árboles. Algo que repercute de manera absoluta sobre su rendimiento productivo.

A partir de 1991, se presentaron los primeros modelos que describen el ciclo fenológico del mango cultivado bajo condiciones subtropicales. Lo que significa comprender el estado vegetativo de la planta en relación a las condiciones climáticas de su entorno,  puedes verlo en la siguiente gráfica.

Ciclo fenológico del mango bajo condiciones de clima subtropical

Ciclo fenológico del mango bajo condiciones de clima subtropical
En los cultivares tempranos la recolección termina en julio/agosto y en los tardíos, puede llegar hasta noviembre/diciembre. En este último caso, hay poco margen para el desarrollo vegetativo de post-recolección, lo que puede provocar fenómenos de alternancia. El desarrollo, el crecimiento y la productividad del árbol de mango siempre están condicionados por las temperaturas.

Clima apropiado para el cultivo de mango en España

Temperaturas

La temperatura es el factor climático más limitante. En definitiva, el punto de partida que perimitirá (o no) establecer el cultivo. Esto es, dado que influye de manera decisiva sobre el crecimiento, el desarrollo e incluso la supervivencia de estas plantas. Las condiciones ideales de temperatura son las siguientes:

  • Inviernos moderadamente fríos. Con una media de temperaturas mínimas en torno a 10 ºC.
  • Primavera moderadamente cálida. Con temperaturas mínimas superiores a 15 ºC.
  • Verano y otoño calurosos.
  • Ligeras variaciones de temperatura entre el día y la noche.

Escala de temperaturas para cultivo del mango

Efecto de las temperaturas sobre el cultivo de mango

Incidencia de las heladas

Especificando un poco más, (ref. Galán Sauco, 2009) el mango encuentra dificultades en áreas donde la temperatura media del mes más frío es inferior a 15 ºC.

En cualquier caso, la presencia de heladas es del todo incompatible con el cultivo de mango en España u otras regiones. De manera que entre -4 y -6 ºC se origina la muerte de árboles de mango adultos.

Después, los árboles jóvenes (entre 1 y 3 años de implantación sobre el suelo) sufren daños en los brotes tiernos, e incluso más severos, con temperaturas entre 0 y -1 ºC. En este último caso, para plantaciones jóvenes, se recurre al empleo de la manta térmica como medio de protección durante los primeros años.

Precipitaciones y humedad

El mango es una planta bastante bien adaptada a condiciones de precipitación variable. Lo que puede ser incluso a partir de 250 mm, siempre incluyendo riegos regulares durante el periodo de desarrollo del fruto.

Un cierto grado de déficit de agua es beneficioso para el cultivo de mango en determinados momentos de su ciclo fenológico. Lo que, en zonas subtropicales, puede reforzar la intensidad y la sincronía de la floración. Por el contrario, durante el periodo de cuajado y desarrollo del fruto la sequía, es absolutamente dañina. Lo que disminuye gravemente la retención de fruta y su tamaño.

Por otra parte, la distribución de agua (lluvia y/o riego) a lo largo del año es mucho más importante que la cantidad total de agua. 700 mm de agua anuales, repartidos de modo uniforme y con una estación seca en prefloración, son el modelo ideal según diversos autores.

Influencia de la iluminación

La uniforme distribución de luz en huertos comerciales tiene un gran impacto en el crecimiento, desarrollo y productividad del árbol de mango. De manera que, la presencia de hojas de larga vida, densas copas y el elevado vigor, hacen que se precise poner una especial atención a la densidad de árboles, el marco de plantación y la poda, con objeto de conseguir unos rendimientos óptimos.

Aunque no ha sido documentado experimentalmente, se acepta que la luz afecta al tamaño del fruto, -menor iluminación, menor tamaño- Siendo plenamente cierto que los frutos más expuestos a la luz desarrollan una coloración rosa-roja. Al contrario que los quedan ocultos en el interior de la copa.

Influencia del viento

Como sucede con cualquier otro frutal, el mango también es sensible a los fuertes vientos durante cualquier momento de su desarrollo. Particularmente, entre los periodos de floración y recolección. Lo que podrá ocasionar un daño directamente proporcional a la intensidad de los viendavales.

Para aliviar el problema, la protección de la arboleda con cortavientos, no solo aumenta la productividad, sino que disminuye a su vez la incidencia de la mancha negra bacteriana.

Bajo clima subtropical, la incidencia de vientos secos e intensidad moderada puede originar un corrimiento floral y la aparición de una segunda floración más tardía. De hecho, al suceder bajo un ambiente más cálido, conlleva un mejor cuajado con los beneficios correspondientes.

Características del suelo para cultivo de mango

El mango es quizás el frutal tropical más rústico en cuanto a sus necesidades de profundidad y drenaje del suelo. Por ejemplo, en Florida se cultiva mango en sitios con tan solo 40 cm de fondo sobre suelo rocoso y calcáreo. De hecho, en Sudáfrica se indica que se puede cultivar en suelos con una profundidad de 75 cm, siempre que no exista una capa dura e impermeable por debajo.

En general, las recomendaciones de suelo para cultivo de mango se establecen para los de tipo limo-arenoso, arcilloso-arenoso, profundidad entre 1,2 y 1,5 m y pH entre 5,5 y 7,0. Los altos contenidos de arcilla son tolerables hasta el 50%. No obstante, niveles próximos a ese valor pueden conllevar problemas con la calidad del fruto.

El mango es una planta bastante tolerante a sales, aunque no se ha llegado a determinar claramente cuáles son sus límites. Determinados portainjertos, como Gomera-1, Gomera-3 y 13-1 pueden resistir niveles de sal superiores a la recomendación general para conductividad eléctrica de 1,4 dS/m.

Portainjertos de mango

La inmensa mayoría de los cultivos de mango en España o cualquier otro país productor están establecidos sobre patrones poliembriónicos. Lo que se debe a la deseable homogeneidad de estos, su mayor longevidad, resistencia a sales, o afinidad con el injerto de la planta, entre otros.

Cada país o zona productora suele tener un patrón poliembriónico típico. Por ejemplo: en España, Gomera-1 en Canarias, el portainjertos Gomera-3 en la península, Kensington en Australia, Turpentine en Florida, patrón 13-1 en Israel, etc.

Características del patrón

Las cualidades deseables en un portainjerto de mango son:

  • Compatibilidad con distintas variedades de mango.
  • El hecho de ser poliembriónico.
  • Tendente a producir árboles de bajo porte.
  • Inductor de alto rendimiento productivo.
  • Capacidad para producir fruta de calidad.

Salvo en Canarias e Israel, donde se han seleccionado patrones con alta resistencia a la salinidad, procedentes de semilla Gomera-1 en el primer caso y el portainjerto 13-1 en el otro, las razones para elegir uno en concreto casi se refieren a datos históricos basados en su mejor adaptación al lugar y productividad.

Procesos fisiológicos del mango

Para poder alcanzar el máximo rendimiento del cultivo, es preciso conocer de la manera más precisa posible los procesos vitales que tienen lugar en el árbol de mango. Procesos que determinan su crecimiento, desarrollo y, naturalmente, los que afectan al rendimiento productivo en cuanto a cantidad y calidad.

Entre las diferentes actividades fisiológicas que se dan en la planta, se sitúa en primer lugar la fotosíntesis. Aquello que permite a las hojas la elaboración de los hidratos de carbono con los que obtener energía. Después, necesarios para producir todas las reacciones químicas imprescindibles para la vida de las plantas.

Cómo se logra

Para conseguir esto, es preciso disponer de una adecuada superficie foliar, proporcional al tamaño de la planta. De este modo, aparte de colocar el árbol bajo unas condiciones óptimas de temperatura, iluminación, riego, suelo, etc. resulta del todo imprescindible recurrir a las labores de poda adecuadas. De tal manera, que se pueda ofrecer el mayor número de hojas posible expuestas a la luz solar.

Relevancia de la acumulación de hidratos de carbono en la planta

Estas reservas de hidratos de carbono que obtiene la planta de mango a partir de la fotosíntesis son de vital importancia. No solo para el desarrollo de las estructuras permanentes del árbol, sino también para el crecimiento de las propias hojas, flores y frutos.

Como se puede observar en el siguiente gráfico, durante el crecimiento del fruto se da un elevado consumo de hidratos de carbono. Lo que después, tras la cosecha, se vuelve a recuperar a partir de la entrada en servicio de los nuevos brotes vegetativos.

Acumulación de hidratos de carbono en árboles de mango

Acumulación de hidratos de carbono en árboles de mango

Polinización del mango

La polinización del mango sucede, fundamentalmente, como consecuencia de la acción de diverso tipo de insectos. Entre ellos, los del orden Díptera (dos alas) como, por ejemplo, la mosca común que es uno de sus principales polinizadores, seguida de la abeja.

La autopolinización también es posible en la planta de mango. Circunstancia que se da al atardecer en las flores hermafroditas que no han sido polinizadas por los insectos durante la mañana. Para ello, las anteras se doblan y dejan caer los granos de polen sobre el estigma. En cualquier caso, siempre hay que tener en cuenta que la fructificación del mango mejora notablemente mediante polinización cruzada. Lo que se consigue combinando diversas variedades dentro de una misma plantación.

Enlaces externos relacionados con el cultivo del mango en España

Referencias bibliográficas

  • Víctor Galán Sauco, 1999, El cultivo del mango.
  • Julián Diaz Robledo, José M. Hermoso, 2009, Frutos Tropicales en la Costa Andaluza.
  • Campbell R.A. 1992, A Guide to Mango in Florida.
  • Cull B.W., 1991, Mango crop management.
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